El ladino. Israel. Mayo 2019.
La comunidad etíope es muy numerosa en Tel Aviv. Hay un barrio próximo a la estación de autobuses donde es difícil ver a un blanco. Ellos no hablan ladino. |
Los judíos españoles
fueron expulsados de España en 1492. Desde entonces prácticamente
no ha habido judíos en España. Por si quedaba alguno Franco los
tenía en su punto de mira con aquello de la conspiración
judeomasónica. Pero los judíos españoles expulsados en 1492
siguieron conservando su idioma, el español y en algunos casos la
llave de su casa por si alguna vez conseguían volver. Uno de los
objetivos que tenía en mi viaje era contactar con estos judíos para
conocerlos de primera mano, ver su realidad y el recuerdo que
generación tras generación se habían transmitido. En Tel Aviv me
dijeron que allí no encontraría ninguno. Estuve en un sinagoga que
era la más importante de los sefardíes, (los sefardíes son en su
mayoría descendientes de españoles) a la que me remitieron, y me
dijeron que no conocían a nadie. También estuve en Jerusalén en el
barrio Ohe Moshe donde me dijeron que vivían los ladinos. Pregunté
a casi todos los vecinos del barrio, pero no pude dar con ninguno.
Sólo con unas mexicanas judías que estaban de turismo y que ellas
conocían algunas canciones en ladino que me cantaron. Avi, mi amigo
israelí en cuya casa me alojé, era sefardí. Sus abuelos hablaban
ladino y él recordaba algunas palabras que había oído a su abuela
y alguna canción que me cantó varias veces.
La única persona que
hablaba ladino la encontré por casualidad en Tel Aviv. Le fui a
preguntar por una dirección y por mi mal inglés y mi acento
enseguida dedujo que era español y se puso a hablar un español
torpe, pero entendible conmigo. Hablaba ladino. Sus padres,
descendientes de españoles, vivían en Turquía, hablaban entre
ellos en turco, pero con sus hijos en español medieval y así lo
aprendió. Llevaba muchos años sin hablar con nadie en ladino y de
ahí su torpeza al hablar. Él ya no lo hablaba con su familia y se
podía dar por perdido en lo que a su rama se refería.
Lo que he podido constatar
es que en Israel es difícil encontrar a alguien que lo hable y los
pocos que lo hacen son los últimos que conservan este legado
cultural. Creo que algún ministerio o el Instituto Cervantes
deberían hacer algo porque será una gran pérdida.
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