Baño en el Mar Muerto. Israel. Mayo 2019.
No se puede bañar uno en
cualquier parte del Mar Muerto. Hay zonas por las que es
prácticamente imposible acceder y otras que dicen que pueden
presentar un peligro. Además es necesario disponer de agua para
ducharte, sino se corre el riesgo de acabar con quemaduras. Conocí a
una pareja que habían ido por su cuenta y se habían lavado con unas
botellas de agua que se llevaron. Después de mi experiencia, no es
aconsejable. Lo recomendable es acudir a alguna de las playas que
disponen de servicios, como agua para beber y para ducharse. Eso
supone pasar por taquilla. Tiene un coste de entre 10 y 15 euros,
pero sin duda vale la pena pagarlos.
Nadie me hizo foto bañándome.
Todos tenían las manos muy saladas.
Temía quedarme con la cámara en el mismo estado.
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El ir bajando con el
autobús por debajo del nivel del mar, el tener la impresión de que
me estaba sumergiendo en un mar de aire junto a burbujas de peces
inexistentes en una zona desértica que conserva el relieve de un
antiguo mar, me impactó más que el Mar Muerto. Un mar de aguas muy
tranquilas en el que tu cuerpo resulta sorprendido al no hundirse,
más en el caso del mío que es el de un pésimo nadador, pero poco
más. Después de diez minutos de baño, con el cuello dolorido para
no meter la cabeza en el agua, el cuerpo se hace a la idea y la
experiencia está superada. Que no se mojen los ojos lo advierten por
todas partes. Hay que tener realmente toda la precaución necesaria,
pues con el calor que hacía me mojé la frente y un par de gotas
entraron en mis ojos. Qué mal lo pasé. Pensé que ese era el
comienzo de una larga carrera en la ONCE. Me picaban y no podía
restregarlos porque las manos las tenía mojadas, además que
posiblemente los hubiera dañado más por los granos de sal que debía
tener bajo los párpados. Salí precipitadamente dispuesto a buscar
la ayuda de algún médico. Al poco fue remitiendo el escozor, vi que
el dolor lo iba controlando, me duché para limpiar los ojos y
finalmente sobreviví dejando para otro momento el aprendizaje del
braille.
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