domingo, 18 de agosto de 2019

Baño en el Mar Muerto.


Baño en el Mar Muerto.  Israel. Mayo 2019.

No se puede bañar uno en cualquier parte del Mar Muerto. Hay zonas por las que es prácticamente imposible acceder y otras que dicen que pueden presentar un peligro. Además es necesario disponer de agua para ducharte, sino se corre el riesgo de acabar con quemaduras. Conocí a una pareja que habían ido por su cuenta y se habían lavado con unas botellas de agua que se llevaron. Después de mi experiencia, no es aconsejable. Lo recomendable es acudir a alguna de las playas que disponen de servicios, como agua para beber y para ducharse. Eso supone pasar por taquilla. Tiene un coste de entre 10 y 15 euros, pero sin duda vale la pena pagarlos.
Nadie me hizo foto bañándome. 
Todos tenían las manos muy saladas. 
Temía quedarme con la cámara en el mismo estado.

El ir bajando con el autobús por debajo del nivel del mar, el tener la impresión de que me estaba sumergiendo en un mar de aire junto a burbujas de peces inexistentes en una zona desértica que conserva el relieve de un antiguo mar, me impactó más que el Mar Muerto. Un mar de aguas muy tranquilas en el que tu cuerpo resulta sorprendido al no hundirse, más en el caso del mío que es el de un pésimo nadador, pero poco más. Después de diez minutos de baño, con el cuello dolorido para no meter la cabeza en el agua, el cuerpo se hace a la idea y la experiencia está superada. Que no se mojen los ojos lo advierten por todas partes. Hay que tener realmente toda la precaución necesaria, pues con el calor que hacía me mojé la frente y un par de gotas entraron en mis ojos. Qué mal lo pasé. Pensé que ese era el comienzo de una larga carrera en la ONCE. Me picaban y no podía restregarlos porque las manos las tenía mojadas, además que posiblemente los hubiera dañado más por los granos de sal que debía tener bajo los párpados. Salí precipitadamente dispuesto a buscar la ayuda de algún médico. Al poco fue remitiendo el escozor, vi que el dolor lo iba controlando, me duché para limpiar los ojos y finalmente sobreviví dejando para otro momento el aprendizaje del braille.

No hay comentarios:

Publicar un comentario