Es un país espectacular. Sin duda. La gente, cuando viene
aquí de vacaciones suele estar como mínimo 20 días. Hay una razón
importantísima para ello y es que ya que se está tan lejos y el billete cuesta tanto dinero, qué menos
que 20 días. ¿Pero se puede ver en menos tiempo? Si y no. Sí, si lo que quieres
es hacerte una idea del país. No si quieres entrar en todo tipo de detalles.
Pero como turista con una semana puede ser suficiente.
Nueva Zelanda no ofrece tradición. Casi ninguna población
supera los 150 años de existencia. La cultura que predomina es la inglesa y las
tradiciones que se venden para los turistas son supuestamente maoríes. Digo
supuestamente, porque uno de los objetos que se pueden encontrar por todas
partes son unas cachiporras de madera que utilizaban para darse de hostias,
pero que las venden muy talladas y adornadas. Y poco más, algunas caras
talladas y otros detalles para los turistas como kiwis (el pájaro) de plástico,
de peluche, de porcelana, de plata y de lo que se le pueda ocurrir a uno.
Ver un kiwi (el pájaro) significa pagar unos 20 euros. Ver a
unos maorís tatuados, grandes como armarios sacándote la lengua puede costar
unos 40 euros y lo demás que se ofrece se puede hacer en otras partes, lanzarte
desde un puente, ir en helicóptero, viajar en un coche anfibio, bajar por
rápidos de río, descender en bicicleta,… Y todo a unos precios elevados.
Incluso los descensos en bicicleta, pues tienen pistas habilitadas para ello,
no puedes subir, por lo que tienes que pagar por que te suban la bicicleta o
alquilarla.
¿Qué otras cosas se pueden hacer? Senderismo. Es una
práctica que para quien le guste tiene muchísimos atractivos en este país. Los
caminos están señalizados sin dar opción a perderte ni a los que presumimos de ello.
Eso sí, sólo hay caminos señalizados o no los hay. También es un país ideal
para hacer rutas en bicicleta de montaña. Hay muchos tramos señalizados, al
margen de los descensos comentados.
Otra cosa que se puede hacer gratis es ver. Ver postales
reales, pero al cabo de dos días se repiten. La espectacularidad del os
primeros días pasa a ser rutina. Las montañas nevadas que se precipitan sobre
los lagos se ven por todas partes en la Isla Sur. Los parques espectaculares y
bien cuidados en las ciudades son la norma. En ningún momento cansan pero
pronto dejan de sorprenderte. Los árboles distintos y majestuosos, los pájaros
diferentes que están a medio metro pasan a ser una imagen que apenas valoras.
Luego, cuando esté de vuelta en casa, seguro que los añoraré y todas las
postales serán una quimera en el secarral bajoaragonés.
Suelo hacer grandes caminatas, de hasta cerca de los 30
kilómetros algún día. Pateo los bosques, los caminos y cuando llego al destino
(generalmente un lago de postal) allí me encuentro a los que se desplazan con
auto caravana. Llegan, ven, hacen unas fotos, vuelven a montar y se van a ver
otro lago.
Para moverse por Nueva Zelanda hace falta dinero, bastante
dinero. Es caro y todas las actividades cuestan bastante.
Para tener en cuenta quien quiera tenerlo.
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