Pensé que Santiago de Chile podría ser una buena opción para
comprar una camiseta. No sabía los equipos de fútbol, pero comiendo en un
restaurante vi cómo televisaban un partido en el que jugaba el Colo Colo y
recordé el nombre de mis tiempos de juventud cuando seguía el fútbol. Casualmente
al día siguiente me cogieron en auto stop unos aficionados del Colo Colo, así
que me confirmé en mi decisión. Ese mismo día cuando estaba comiendo volvían a
televisar un partido de fútbol y hablando con el camarero le comenté que el
Colo Colo iba el primero. Cuando menté el nombre del equipo se puso una mano en
el ojo. No entendí la expresión y le pregunté. Me dijo que lo veía mal al
equipo con un ojo tapado. ¿Por qué? Porque es el equipo de Pinocho. Me contó
que el estadio se lo había regalado Pinochet al equipo para tapar los muertos
desaparecidos y torturados que estaban debajo del césped. La verdad es que me
conmovió. Luego, preguntando más he sabido que Pinocho fue su presidente
honorario y que desde el campo se podían escuchar los gritos de los presos que
estaban siendo torturados.
El grito de guerra de sus adversarios de La Católica es “vamos
a romper, vamos a romper el estadio de Pinochet”. Así que en este caso mi
hermano se va a quedar sin camiseta chilena, porque la otra alternativa que me
quedaba era La Católica y su nombre tampoco me decía mucho, o más bien me decía
mucho.
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