Auckland
y mi amigo Ed.
Me he
estrenado como cuorchsufer. Es una forma de hospedaje basada en un principio muy
elemental, cierto, y pocas veces admitido. El principio de que “todo el mundo
es bueno”. Hay excepciones, pero lo cierto es que es así.
He ido
a casa de Ed, un neozelandés que me ha brindado su casa para vivir con él, sin
cobrarme nada. Me ha dejado su mejor habitación, me ha cedido todas sus
instalaciones, me ha acompañado a pasear, hemos hablado hasta disfrutar de la
amistad recién iniciada, me ha ayudado a programar mi viaje, a reservar otros
alojamientos y a hacerme más agradable el inicio de mi visita a Nueva Zelanda.
No se puede pedir más. ¿A cambio de qué? A cambio de que otra buena persona le
deje a él su cama cuando esté de viaje. Y si no encuentra a esa persona, da
igual.
Estamos juntos pero no revueltos porque la cámara da para lo que da. Hacer una foto detrás de otra. Existe la posibilidad del fotosop, pero con unas gafas en ·D nos puedes juntar. |
La
experiencia ha sido muy positiva. Además de brindarle mi casa cuando venga a
España, le he obsequiado con dos cenas españolas, una tortilla de patata y una
paella descolorida que entre brindis y brindis hemos ido acabando con sendas
botellas de tinto australiano.
Ed es
un par de años mayor que yo, pero a veces me sentía mayor que él, por su
espíritu tan afable que parecía que él estaba ante un vejete al que debía
respeto.
Trabaja
de traductor del japonés al inglés. Cuando consigue alguna buena traducción y
un poco de dinero, coge el primer vuelo a cualquier parte y disfruta viajando.
Tiene amigos en muchas partes y entre hoteles y amigos va por el mundo.
Como dice mi amigo couchsurfer Greg que me ofreció su sofá en Toronto, "Couchsurfing is the future”. Y tras hablar un rato de esto entre cerveza y cerveza, nos salió otro lema parfraseando uno de la cerveza Guinness: “Couchsurfing is good for you”.
ResponderEliminarLa envidia por tu viaje me sigue corroyendo, que lo sepas...