lunes, 8 de octubre de 2012

15 M en Seúl


Cuando uno está dando tumbos por el mundo tiene la ventaja de poder encontrar a otros que también están en una aventura semejante. Pasaba por lo que viene a ser la plaza de España de Seúl y veo a una persona agachada escribiendo sobre una gran cartulina blanca en coreano. No le presto más atención, pero me doy cuenta de que entre la grafía coreana pone la palabra Urdangarín. Y claro, me dije ¡ostia! ¿esto qué es? Esto, este, era un español simpatizante del movimiento 15 M que estaba haciendo labores de proselitismo entre los coreanos y explicaba con texto y con dibujos el asunto de Urdangarín, la cacería del rey de elefantes (es una nueva incorporación a la baraja española), y otros temas de la actualidad española. Me confesó que no había tenido mucho éxito, tan sólo cuatro personas se habían acercado en toda la tarde. Si el tema hubiera sido de fútbol, el éxito lo tenía asegurado. Porque mucho estudiar idiomas pero lo cierto es que sabiendo las palabras Real Madrid, Barcelona, Mesi y Ronaldo, se te abren un montón de puertas en todo el mundo y otras tantas sonrisas.
Estuve de cháchara con Luis, que así se llama el denunciante de injusticias, sobre lo divino y lo humano, sobre literatura coreana, trabajo en el que él, conocedor del idioma, quiere introducirse en una editorial. Sobre proyectos personales y sobre los futuros contactos que vamos a tener en temas comunes. Sobre ecoaldeas, sobre marxismo, postmarxismo y dándome ideas para hacer cosas en Corea.
Los viajes te hacen mover en tremendas contradicciones. ¡Qué grande es el mundo y qué pequeño! voy diciéndome sin solución de continuidad, añadiéndome lo iguales y distintos que somos todos.
Y es que cuando hay voluntad es fácil entenderse, pero también; cuando hay voluntad ¡qué imposible resulta la comunicación! Con Luis nos entendimos y comenzamos un proyecto de comunicación, que quizás no llegue a ninguna parte, pero es otro frente más de relaciones que queda abierto. 

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