He
pasado por delante de un museo dedicado a la enseñanza. En la entrada figuraba
una imagen casi de tamaño real de una maestra recibiendo a sus alumnos. El
gesto de saludo es todo un símbolo del respeto entre maestra y alumnos. Da la
impresión que la clase no pueda ser alborotada después de un recibimiento así.
En
Corea, pese a que cerca del ochenta por ciento de los jóvenes va a la
Universidad, no es gratuita. Cada uno se la paga. Si no tiene medios es el
estado el que se la paga, pero cuando acaba debe devolver al estado el dinero
prestado. Si uno abandona a mitad de carrera también debe devolver el dinero.
Es un sistema que tiene sus ventajas e inconvenientes. Lo que es cierto es que
obliga a estudiar, porque si no puedes quedar endeudado por una buena temporada.
El
saludo de respeto entre los koreanos, inclinando la cabeza, parece que no es
tan positivo como yo lo veía al principio.
Los
coreanos están muy definidos en sus clases sociales. Cuando el saludo es “entre
iguales” sí que supone respeto, pero si es hacia una clase superior, significa
sumisión. Me lo contaba Luis, el madrileño afín al 15 M que me encontré y que
conoce bastante de la cultura coreana. Después de decírmelo he observado algún
gesto que ha confirmado lo que decía y que me ha parecido denigrante, como un
empleado joven saludando hasta la humillación a quien debía ser su superior y
éste ignorándole.
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