Ya lo
he escrito en muchas ocasiones que suelo visitar los cementerios, ninguna
enfermedad ni fetichismo. En los cementerios se aprende mucho de la cultura de
un país. He estado en el cementerio nacional. Es impresionante por varios
motivos. Por la cantidad de tumbas todas iguales, perfectamente alineadas y
otro por la limpieza, cuidado y pulcritud de las mismas. Todas sin excepción
tienen un ramo de flores. Unas blancos y otras rojos. El otro motivo que me
dejó impresionado fue que los escolares acuden a limpiar las tumbas de los
muertos. Supone un respeto por los muertos y además se aseguran de que ninguna
tumba quede abandonada porque no tenga descendientes el fallecido. Después de limpiar
la tumba rezan un responso y van a otra tumba.
Estudiante sacando lustre a la lápida |
Sorprende
tanta vida inútilmente dada por una patria. Cuando oigo o leo que alguien está
dispuesto a dar su vida por la patria me revuelve las tripas. Estoy dispuesto a
defender a mis conciudadanos de la tiranía, pero nunca a defender una patria,
que no tiene nada que ver.
Los
catalanes que están dispuestos a morir por Cataluña podían organizar un suicido
colectivo por su patria en las Ramblas y los españoles que están dispuestos a
dar la suya por España, que hagan lo mismo en La Cibeles. Todos se lo
agradeceremos, serán pocos y yo me comprometo a ir a limpiar sus tumbas. Eso sí
que será un servicio al conjunto de la ciudadanía, pues sin los que quieren
morir, ya no hay a quien matar.
Muy buena esta entrada!
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