viernes, 12 de octubre de 2012

Seúl. Pobreza y oficios.



Este oficio, por lo que vi, estaba reservado a los sordomudos.
No con demasiada abundancia, pero pobres se ven. Los sin casa se reúnen en las estaciones del metro y en los pasajes subterráneos que tienen tanta vida como la superficie, con tiendas, restaurantes, servicios y miles de personas. También se ven personas inválidas que se arrastran por el suelo con unas gomas neumáticas para no dañarse las extremidades. Tienen en común con los ciegos que van pidiendo limosna con un equipo de música unido a una batería de coche. Imagino que será la modernización de esta gente que antiguamente iba cantando o tocando música por las calles para pedir dinero.
Curiosamente los sordomudos parece ser que se dedican a la elaboración y venta de unos pastelillos. O quizás sea una coincidencia, pero he visto varios puestos callejeros de este tipo que los regentaban sordomudos.
Los salarios para quien tiene estudios son relativamente altos. Pero los que desarrollan trabajos de limpieza, de camarero, de operarios,… suelen cobrar muy poco y además por día trabajado.

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