lunes, 1 de diciembre de 2014

Cuba. Yuma arrancao.


Ser rubio o pelirrojo en España y con mis muchos años siempre me ha proporcionado la ventaja, unas veces, y la desventaja, otras, de ser confundido con un extranjero. En ocasiones también en países hispanoamericanos me ha resultado difícil convencer a la gente que soy español. Cosa de estereotipos. 

Un yuma arrancao
He estado en muchas situaciones de tener a un interlocutor que hablaba español y que se esforzaba en hablar en inglés conmigo a pesar de haberle dicho que era español.


En Cuba cada poco tiempo se produce una situación graciosa por este motivo. Se dirigen a mí en inglés (un inglés muy básico generalmente para asaltar a los turistas), cuando se les acaba el repertorio, que es pronto, te preguntan ¿weraryufrom? de una tacada para saber de dónde eres. Como me han hablado en inglés, yo les contesto en inglés que soy español. Lo lógico es que sabiendo que soy español a partir de ese momento la conversación fuera en el idioma que los dos dominamos, pero entonces sigue el cubano con su segunda lección que ha aprendido en el inglés del vendedor superviviente, y es decir que él ha estado in Spain y que tiene un precio especial o algo así para ofrecerte habanos, cohíbas y otras marcas de puros que nunca he escuchado. Cansado de ver los esfuerzos del vendedor por comunicarse conmigo en inglés le digo en claro español que soy español ¿por qué no me lo habías dicho antes? Contestan. Algunos incluso han comprendido que soy español y me siguen hablando en inglés como si España fuera un país extraño en el que se ha utilizado la lengua española para colonizar a los cubanos, pero que entre nosotros hablamos el inglés.

Lo que les sorprende, pero sirve para tenerte como uno de los suyos es cuando les dices que eres un yuma arrancao, algo así como un guiri con poco dinero. Se ríen y luego invariablemente dicen, eres más cubano que nosotros. 

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