Otra forma de
conocer parte de una sociedad es ir vagando, dejándote llevar, que
casi siempre surge algo que te sorprende. He encontrado a un grupo de
hechiceros que estaban haciendo una serie de ritos junto al mar
cantando en una lengua incomprensible (africano me han dicho) y
realizando ofrendas al mar. Era algo familiar.
Rito santero que estaban realizando cerca del malecón de La
Habana. Era un rito familiar.
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También me he
encontrado al loco que enviaba mensajes para la CIA, que le había
torturado la policía española, que estuvo pasando por el detector
de mentiras en la embajada estadounidense en Madrid, que nunca había
trabajado ni trabajaría para los Castro, que había hecho negocios
clandestinos de cantidades impresionantes de dinero. Pero tuvo un
error, el dinero ganado, en vez de guardarlo en el banco, lo invertía
en obras de arte y antigüedades, hasta que los Castro se dieron
cuenta de que lo que él poseía tenía más valor que el Museo
Nacional, así que se lo confiscó todo dejándole en la más
absoluta miseria. Ahora se ganaba la vida trapicheando y hablando con
los turistas de habla inglesa (cada dos frases introducía una en
inglés). Aparte de todas sus locuras, que por la forma de expresarse
y los datos muchas debían ser verdad, es una persona cultísima e
informada (su trabajo de espía se lo exige) y me informó de la
situación en España (hace casi una semana que no sé nada de nada
de lo que pasa en España).
La cartelería en Cuba merece un viaje. Son muy curiosos y con
todo tipo de contenidos los carteles que uno se puede encontrar
en cualquier rincón.
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En un puesto
callejero de venta de recuerdos para los turistas, el cubanito que lo
tenía me dice, entre y pregunte (se refería a sus productos). Así
que le pregunté ¿cuál es la capital de Malta? ¿La Capital de
Malta, de Malta? Esa no la sé ¿cuál es? Y luego me preguntó y la
capital de Polonia y así estuvimos durante un cuarto de hora, con
público y todo haciéndonos preguntas sobre países y capitales con
marcador incluido hasta que acabamos con apretones de manos y risas
entre todos los que estábamos. Son formas de entender entre y pregunte.
La última
curiosidad del día me la reservaba la televisión cubana cuando ya
estaba en casa y la encendí para ver qué se cocía. Estaban
emitiendo una película norteamericana basada en un aficionado al
béisbol. En una escena de la película me sorprende que cambia el
fondo de sonido ambiente que se notaba en un estadio y paso a
escuchar una música nítida que estaba fuera de contexto mientras
las imágenes se correspondían con los prolegómenos del partido.
Enseguida entendí lo que pasaba. Estaba sonando el himno
norteamericano y lo censuraron. Cuando supuestamente acabó volvió
otra vez a escucharse el sonido ambiente y desapareció la música
censora, que curiosamente era de los Creedence. Las películas se
emiten en versión original subtitulada. Al día siguiente algunos cubanos me confirmaron la existencia de este tipo de censuras.
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