miércoles, 16 de julio de 2014

La historia de Alejandro.


Los viajes están llenos de construcciones, que permanecen y se pueden visitar en cualquier momento, y de historias que sólo las puedes vivir si las coges en el momento adecuado, porque van caminando con las gentes que las protagonizan de un lado a otro hasta morir.

Alejandro tenía su historia. Alejandro es la persona que no había podido acabar de leer la oración y que a mí me despertó de la indiferencia. Preguntado por un  qué le pasó, cuando estábamos sólo otras tres personas, Alejandro nos contó su historia.

Alejandro trabajaba en una orquesta musical. Las cosas le iban bien. Tuvo una nieta con problemas de salud que le han obligado, desde su nacimiento, a estar en una especie de burbuja de la que no puede salir, hasta el punto que ahora tiene cuatro años y no sabe andar porque su situación impide que pueda dar ningún paso, ni gatear. Las comidas, que son especiales, algunos extras sanitarios que debe abonar la familia, tienen a toda la familia trabajando para la niña enferma. Alejandro se quedó sin trabajo y para seguir ayudando a su nieta ha vendido todos sus bienes, sólo le queda su vivienda y después de hacer el camino de Santiago lo venderá y entregará el dinero para su nieta. El camino de Santiago sanabrés que está caminando lo está haciendo sin dinero, viviendo de lo que le dan, hablando por teléfono con su familia cuando alguien le deja su móvil.


Nos lo contó entre lágrimas y así lo transcribo por haberme conmovido. Luego, en otros puntos del camino me fui encontrando con otros peregrinos que conocían su historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario