sábado, 17 de enero de 2015

Cuba. Estamos bloqueados.


El bloqueo de Estados Unidos a Cuba es un recurso para explicar cualquier problema interno. Soy de la opinión de que se levantara, en pocos meses se hundiría el régimen castrista. No tendrían demonio.
Una enfermera cubana muy simpática me decía ¿bloqueo? ¿No es el gobierno cubano el que bloquea el acceso a internet? A los jóvenes les desespera saber que el resto del mundo puede estar en contacto a través de internet y ellos no.

Me sumé a los cubanos que intentaban robar una señal de 
internet. Ellos eran mucho más hábiles, parecían ver por dónde
iban las ondas. Yo me quedé sin poderme conectar, pero todos nos
lo pasamos en grande.
Los hoteles para turistas tienen internet. Alguno tiene wifi, pero en al menos uno de Trinidad que tiene wifi, tienen prohibido el acceso a cubanos. Segregar a los propios cubanos en Cuba en beneficio de los turistas es algo así como ser xenófobo con los propios. Ridículo como el régimen. 

Todas las noches, en una plaza, frente a un hotel de Trinidad se juntan una docena de cubanos que intentan arañar unos rayos de wifi para poder recibir correos, ver qué pasa en el mundo, ponerse en contacto con amigos de otros países, y también ver pornografía.


Es una imagen patética con los cubanos levantando los móviles para intentar conectarse. Estar hasta las tres de la mañana porque es muy poca la señal y se cae continuamente y luego a las ocho entrar en el trabajo. Tienen tanta necesidad de libertad que parece que sacan la cabeza del mar para evitar ahogarse.

Cuando publico esto el bloqueo parece que está llegando a su fin. Personalmente deseo el fin del bloqueo por lo que supone de mejora para la vida de los cubanos y porque estoy seguro de que significa dar las primeras paladas para cavar la cuba de la dictadura militar hereditaria del castrismo.

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