Es la fauna de los aeropuertos. Uno siempre cree que no forma parte de nada extraño. El rasero de medir es uno mismo y los demás o no llegan o nos sobrepasan. Luego me he dado cuenta que iba fotografiando a escondidas a gente para mí extraña, que estaba con mi clase de inglés en una columna de la sala de espera y he pensado que quizás yo también formo parte de otra fauna.
Me gusta ser viajero. No me importa ser confundido con un turista. No soy purista en nada. Soy ecléctico y puedo cambiar de pensamiento en el momento en el que otra persona me hace ver que lo suyo es mejor. Como mi amigo José Luis Pueyo, al fin sólo soy un aprendiz de viajero.
sábado, 28 de enero de 2012
La fauna del aeropuerto
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario