viernes, 27 de enero de 2012

Conductores de autobuses

Recientemente en una charla de Arcadi Oliveres en Alcañiz, dijo que comenzó a coleccionar oxímorones, que son palabras que expresan ideas opuestas, como banca ética, carpintería metálica,…
Este tipo de colecciones son sencillas de hacer, resultan poco costosas y son entretenidas. Además si las vas compartiendo con otros resultan muy divertidas.
Ya hace un tiempo que vengo observando el comportamiento de los conductores de autobuses interurbanos y son muy peculiares. Esta misma mañana lo estaba comentando con mi hija hablándome de algunos que rozaban el surrealismo. A los pocos minutos me iba a subir en una autobús para trasladarme a Madrid y me ha recibido un conductor de los que merecen estar en mi colección, si es que decido comenzarla.
Un matrimonio mayor estaba el primero en la fila para entrar en el autobús, una manía que nunca he entendido en las personas mayores, más cuando los billetes van numerados. El conductor del autobús, “qué quieren entrar los primeros, si es que no me dejan ni a mí, -como si se tratara de niños, les ha dicho al matrimonio- váyanse al final de la fila, venga. El matrimonio se ha negado. La bronca que se ha armado ha sido impresionante, que íbamos a salir tarde por culpa de ellos, cuando el único que retrasaba el viaje era el conductor al no dejarles subir, que estaban poniendo en peligro la seguridad de todos los viajeros porque si así empezaba la mañana el que les iba a conducir, mal empezábamos, que habían ido allí para soliviantarle. Alguno ha intentado poner paz y al final ha accedido a que subieran, pero no les dejaba llevar el bolso de mano, un bolso pequeño. Otra bronca. Yo detrás con mi mochila pensando que el siguiente iba a ser yo. Tira y afloja, gritos sin sentido por parte del conductor, el hombre mayor que le decía, tiene razón en todo, pero le falta algo, refiriéndose a la educación. Finalmente les ha dejado subir y luego a todos los demás, pero a cada uno de los viajeros nos daba una consigna en contra de los primeros pasajeros, a mí me ha tocado “no sé si es peor llegar a viejos o no llegar”.  Ya dentro escuchamos que grita otra vez, era contra dos chicas. El motivo no lo he sabido. Ha subido el conductor al autobús y nos ha echado un mitin de lo mal que empezaba el día la persona que tenía la responsabilidad de velar por nuestra seguridad, a la que ya habíamos puesto no a cien, sino a dos mil. Esto no puede empezar así. Entonces, un grupo ha comenzado a aplaudirle irónicamente y una chica le gritaba “eres mi ídolo” todos reíamos lo absurdo, excepto el conductor que ha visto una postura de apoyo absoluto del pasaje a su persona, ha dado las gracias por los aplausos y ha hecho un comentario como diciendo, así sí, ahora estoy más relajado y podemos llegar a buen puerto.
Si decido seguir con la colección este ha sido mi primer relato, pero en la memoria tengo alguno más que es digno de figurar en un estante visible de la vitrina. 

1 comentario:

  1. Lo del tipo ese es un evidente problema sexual nocturno... Como no lo solucione pronto, cualquier día provocará un accidente.

    Bueno, no dudo que vas a ganar la Maratón. Los Marroquís, que son los que te pueden plantar cara, están todos en España, así que no tendrás rival... excepto tu pie, que espero que se haya curado ya.

    ¡¡Suerte!!

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