lunes, 13 de julio de 2015

Sebrayo - Avilés por Valdediós (17 junio 2015)


Como los pactos con uno mismo se hacen para incumplirlos cuando se quiera y me había dicho que no iba a ir por caminos, así que he salido por unos caminos difíciles para mi edad, en los que he tenido que bajar de la bicicleta para ir cuesta abajo. Como las posibilidades de disfrute eran nulas, en cuanto he podido me he salido y he pensado que cuánta razón tenía al decidir ir por carretera.

Oviedo
La ruta no pasa por Vadediós, pero merece la pena desviarse para ver la iglesia prerrománica que nos ofrece. Es cierto que está cercada y si nadie te lo abre debes verla a unos treinta metros, pero su imagen y su entorno bien merecen el desvío, aunque luego haya que subir una cuesta infernal, imposible. Imagino que alguien la subirá montando en bici, pero con calor y con el peso de las alforjas se hace para mi imposible. Así que nuevamente pie a tierra y esta vez por ir cuesta arriba.

Como se dice, más o menos, que quien ha estado en Santiago y no ha visitado El Salvador, ha visitado al siervo, pero no a su señor, me he acercado hasta Oviedo para visitar El Salvador. Nuevamente la entrada por la que hay que cotizar. Las iglesias las hicieron obligatoriamente nuestros antepasados. El mantenimiento se hace vía impuestos, además el clero cobra también vía impuestos y encima nos hacen pagar por entrar. Pues no.


Compra de manzanas y callejeo por Oviedo para partir hasta Avilés, donde llego a la hora justa para comprar y hacerme la comida. Cuando unos franceses me ven llegar cargado de manzanas, cuando me hablan de mi lo hacen refiriéndose al tipo que ama las manzanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario