miércoles, 8 de julio de 2015

Los chicos de Getxo en San Vicente de la Barquera.


Sergio, Mikel y Markel a su llegada a Santiago. Unos campeones.
Ya hacía un buen rato que había llegado al albergue de San Vicente de la Barquera cuando llegan tres chicos vascos en torno a los veinte años. Llegaron exhaustos, como derrotados pero con la satisfacción de haber superado el reto de la etapa. Imaginé que había sido una etapa muy larga, pero resulta que habían pedaleado menos kilómetros que yo, que no se habían parado ni a comer, ni a ver nada para no perder tiempo y que llegaron varias horas después. Además eran jugadores de fútbol regional en el País Vasco, procedían de Getxo. Tal era su escasez de fuerzas que no tuvieron valor de bajar desde el albergue al pueblo, una empinada cuesta, para comprar comida. Su única cena fueron unas manzanas que les ofrecí y unos restos de una bolsa de patatas fritas que les dieron unas chicas. Nos despedimos porque dijeron que se levantarían tarde. Pero como el hospitalero encendió las luces pronto y su estómago estaba maltrecho aún nos vimos por la mañana en el desayuno.

El día que llegaba a Santiago pensé en ellos imaginando que aún no habrían llegado a Asturias, pero cuál fue mi sorpresa cuando estando paseando por la tarde junto a la catedral los veo que acababan de llegar. Estaban exultantes, habían superado todas las dificultades y habían llegado el mismo día que yo. Malas, muy malas, mis previsiones. Para hacernos una foto los cuatro juntos buscamos a la chica más guapa que había por allí, pero algo no funcionó porque la foto no quedó impresa en la memoria de la cámara. Nos despedimos nuevamente. Pero sin saberlo era una despedida provisional, por la noche volvemos a estar en el mismo albergue y aún tuvimos un rato de cháchara y hasta de recordar el albergue de San Vicente
antes de acostarnos.


Sin duda nos volveremos a encontrar. Tantas casualidades suelen ser el comienzo de algo más largo. Quizás alguno sea hijo de un amigo. Ya veremos. Esto me suena a un encuentro dentro de unos diez años en un lugar ajeno a las bicis. Lo escribiré.  

1 comentario:

  1. Muchos recuerdos al volver a leer el artículo, han pasado casi 3 meses y parecer ayer cuando cogí la bici dirección Santiago.
    La verdad es que al recordar el camino siempre recuerdo los buenos momentos, como la llegada a San Vicente de la Barquera, donde conocimos al hombre que nos dio de cenar y una palmada de ánimo para llegar al destino que nos unía a todos en aquel momento, nada más que llegar a Santiago.
    Por nuestra parte, después de la llegada a Getxo a ninguno se nos ha ocurrido volver a coger la bici, quizás por el sufrimiento de las cuestas y el sacrificio de los 9 días.
    Por otro lado, ya estamos pensando en el camino del año que viene, la vía de la plata.
    Espero que por tu parte sigas disfrutando de los viajes que nos contabas y que no dudo que nos volverás a contar, como bien dices, quizás de aquí a pocos años.
    Un saludo amigo, Markel.

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