domingo, 1 de febrero de 2015

Cuba. La cultura.


Asistir a espectáculos de bastante nivel es baratísimo. Estuve en un espectáculo de humor cubano pagando 35 céntimos de euro y he estado en una representación del ballet hispano de Nueva York, que sin entusiasmarme me gustó, pagando 60 céntimos de euro. El problema siempre es el mismo, las colas. Hay que hacer cola para todo y conseguir una entrada significa estar atento al momento en el que abren las taquillas para lanzarse a la aventura de conseguir una entrada.

No podía faltar la foto junto al malecón. Es mi último día en
Cuba. Hay que cumplir con los deberes de turista. 
Hay que tener en cuenta que los cubanos son muy respetuosos con la indumentaria que llevan cuando acuden a un espectáculo cultural.


Cuando iba a la danza, venía del parque Lenin y no llegaba a tiempo. Quería pasar por casa para cambiarme, pero no me daba tiempo, así que llegué correctamente vestido, pero con pantalones cortos. Me llamaron la atención y me dijeron que fuera la última vez. Temí que no me dejaran entrar después de mi aventura para tener la entrada, pero fueron benévolos y justo un poco antes de levantarse el telón, son muy puntuales, me sentaba junto a Lilleam
, que era quien me había sacado la entrada y con quien estuve hablando sobre cada una parte de las interpretaciones, ella una entendida, yo un neófito. Era la primera vez que asistía a una representación de este tipo.

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