jueves, 3 de mayo de 2012

Me han pillao

Los productos marroquís son muy baratos. Se basa en la mano de obra muy mal pagada. Diez o doce horas diarias de trabajo por unos 200 euros al mes. La variedad de su alimentación es poca y sus vestidos deben durar más que el celibato de un obispo que no sea pederasta. Pero aún hay una realidad más dura. Parte de los precios baratos se debe a los muchísimos niños que están trabajando, por supuesto sin escolarizar, y en unas condiciones de higiene, de luminosidad, penosa. No hace falta investigar. En los zocos se puede ver a esos niños de diez o doce años, algunos menores, trabajando.
Pero el gato sí.
Los niños trabajadores no querían dinero
Me he acercado a unos con intención de hacerles una fotografía para ilustrar este comentario. Antes de que les pidiera permiso, ellos se me han adelantado pidiéndome que les hiciera la foto. Les he dicho que no les iba a dar dinero. Y me han respondido que ellos no me lo habían pedido, que no lo querían, que sólo querían que les hiciera una foto, si yo quería. Me he sentido reconfortado y con cierto remordimiento por tratar a todos por igual, pensando que sólo piensan en pedir dinero por cualquier movimiento que haga un turista. Me han vuelto a insistir, para que me quedara claro que no querían dinero. Les he hecho la foto y luego han sacado un gatito en una cesta que estaba junto a ellos y yo no había visto. Me han animado también a fotografiarlo. Lo he hecho. A continuación me han dicho, el gato no tiene qué comer, necesita dinero para su comida.  ¡Cómo me han atrapado!

1 comentario:

  1. No nos cuentas si el gato cenó ese día o se quedó en ayunas.
    Un saludo

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