Gran parte del camino va por carreteras
de todo tipo. Pero hay algún tramo que va por zonas que ya no están
hechas para mi edad. Como me siento a gusto rodando por el asfalto
tomo la decisión de hacer todo o casi todo por carretera. Como hay
autopista la nacional no suele tener tráfico. Son promesas que me
hago sin mucho convencimiento, porque también me había dicho que no
pasaría bajo ningún concepto de los 75 kilómetros diarios y en
esta etapa me he hecho más de cien. Es cierto que voy callejeando en
las ciudades que me gustan, que me paro cuanto quiero y no tengo
ninguna obsesión por llegar a ningún sitio.
Turismo con la bicicleta por Llanes y
luego más tarde por Colunga, donde como. Cuando ya me voy me doy
cuenta de que había estado antes en casa de unos familiares de mi
amigo Emilio con molino y todo. Todos los caminos conducen al olvido.
De vez en cuando alguna recuperación de memoria.
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