martes, 5 de agosto de 2014

19 de junio, 105 kilómetros hasta Silleda.


Cerezas que me supieron a gloria
Etapa con todos los sinsabores gallegos, bonito paisaje, bonitas bajadas (algunas tan pendiente que me he bajado de la bicicleta) y subidas tan espectaculares que a pesar de todo me he mantenido dando pedales apoyando todo mi cuerpo en uno de ellos para poder avanzar. También he estado en zonas poco recomendables para ir en bici, por lo que he tenido que hacer algún kilómetro caminando por zonas muy históricas pero con los típicos zaborros en el suelo, que lo hacían muy sólido pero poco practicable.
He mantenido el tipo en un subida sin nombre (cima da Costa) que es un castigo si vas justo de fuerzas y un premio si logras llegar arriba sin poner pie en tierra. Está a la salida de Orense y dicen los libros que las rampas son del 20% en una recta en donde hasta los salientes del asfalto te castigan sin piedad. Ha sido un día de gloria en el que yo mismo me he dado todas las bendiciones.


Familia ciclista inglesa que iba con un bebé. Estuvimos en
el mismo albergue, pero debido a sus obligaciones familiares,
apenas nos vimos.
Me he perdido un par de veces, nada importante. Lo curioso es que he aparecido en otro pueblo distinto al que pensaba llegar. No sé ni cómo ni cuándo, me he pasado de largo el lugar donde quería pernoctar. Pero ha valido la pena llegar hasta Silleda, en un albergue privado, muy bien cuidado y magníficamente atendido. Por sólo 8 euros he tenido una habitación para mí sólo en la que he podido ver hasta la televisión que hacía días que no veía. Entonces me he enterado, que sin que nadie me consultara había dejado de ser súbdito de Juancar y he pasado a ser súbdito de Felipe VI. La historia sigue su curso aún a mi pesar.

Por la tarde, en el bar de los que gestionan el albergue, agradable conversación con los clientes de negocios, geografía y viajes. Veremos si algún proyecto de las distintas batallas que libramos va a llegar a algún puerto. No importa. Lanzamos nuestras naves a la aventura y disfrutamos navegando en nuestra imaginación compartida

No hay comentarios:

Publicar un comentario