Aunque en ambos casos estoy sobre el suelo, la sensación es de vuelo. Porque vuelo sobre la ciudad dormida para la mayoría, y para unos pocos todavía como prolongación de la fiesta de nochevieja.
Corriendo voy viendo esos mundos contradictorios que marcan el principio del año. Y en medio otro extraño, yo mismo, que no tiene otra cosa mejor que hacer que correr.
Esto es un prueba en 2010. Aquí sí que son casi todos colegas. |
También es clásico que siempre me encuentre a otro descerebrado que ha tenido la misma idea que yo. Dos o tres no más. Pero supone una grata alegría. Hoy me he cruzado a dos. Les he saludado desde lejos y creo que no se apuntaba intención de hacer un gesto. Cuando he llegado a su altura les he deseado feliz año nuevo. Entonces hemos sido cómplices, hemos reído y han respondido. Como diría Suzanne, estos son colegas.
Correr, no es sólo un ejercicio físico. Para mí es también una filosofía. Es un reto, un deseo de superación. Así veo a los demás y por eso los saludo como si fueran mis colegas.
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